domingo, 1 de mayo de 2011

Identidad

No lo soporto más. Mi cabeza gira sin parar y siento la mayor parte del tiempo que voy a volverme loco. Traté de buscar consuelo en los bares pero las calles sin rumbo no me guían a ningún lugar. Cambié el auto, me mudé a un departamento nuevo, hice nuevos amigos, mi última mujer me mandó al brodo, así que decidí tomar nuevos rumbos.

Quise controlar mis impulsos, mas no pude.

Mis pensamientos me asfixian. Es volver una y mil veces a los recuerdos, esos que te oprimen el pecho y te das cuenta que no podés discernir lo bueno de lo malo…Ay si la mama me viera…!!! En qué me he convertido…no soy mas que un pelafustán.

Hoy no quiero quedarme solo. Por favor, entiendame. Termine de una vez con este dolor infinito que me acecha por las noches y yo le prometo que no volverá a suceder nunca mas.

- Qué es lo que no va a suceder nunca mas?

- Está bien…se lo voy a decir doctor, pero le juro que yo no quería hacerles daño! Está bien…se lo voy a decir…

Y ahí nomás le clavó el cuchillo al Dr Salerno y salió.

2 comentarios:

gastmun dijo...

Me gustó muchoooo, que establecieras una época en donde transcurría el relato usando términos y usos del lenguaje en un cuento corto me encanto. Ya sabes que me gustan esos finales tremendos. Me hiciste sentir que leia un autor argentino de los 60/70, estilo Castillo, no me preguntes porque, pura sensacion. Abrazo(gracias por el aviso, no te sale mi mail con mis comentarios?)

La hija de la Lagrima dijo...

Gastón: Disfruto escribiendo, mucho! Y me encanta q me lean y comenten.
Me gusta q hayas notado la diferencia del lenguaje utilizado, a eso apuntaba. Cuando era chica leia a Artl, se ve q parte de su vocabulario quedó inconcientemente jajaja...!!
Che, no me sale tu mail.
El mío figura en la pagina: chipiga@hotmail.com

Abrazo y gracias x estar de ese lado.